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El pasado 7 de julio fue la inauguración del festival de fotografía Les Rencontres d'Arles 2009 y La escuela de Blank Paper no faltó a la cita. Cuando estás allí adviertes enseguida que éste no es un festival cualquiera, es la gran fiesta de la fotografía en Europa.
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Arles es una ciudad muy pequeña, lo que permite que durante una semana se viva por y para la fotografía, por encima de cualquier otra cosa. Además, la enorme oferta expositiva que contiene si sumamos lo perteneciente a la sección oficial, al festival off y las proyecciones y fiestas en casas particulares hace que todo el público asistente pueda ser saciado y que existan tantas valoraciones como gustos personales.
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Para nosotros fue una semana intensa, de no parar ni un sólo minuto, de diversión, de deborar fotografía, de encontrarte con gente conocida y de conocer a mucha gente de todo el mundo. Las principales exposiciones de la sección oficial estaban ubicadas entre el centro de Arles y Les Ateliers, un conjunto de fábricas abandonadas que la organización del festival aprovecha para la causa. Para nosotros todo un acierto, y es que si la exposición es buena, ¿qué más da que hayan escombros por el suelo y paredes sucias?
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Las exposiciones del festival off se podían encontrar por toda la ciudad y en cualquier rincón: tiendas de todo tipo, locales, casas...Además, los amantes de los libros de fotografía podían cruzarse con pequeñas y no tan pequeñas librerías donde poder encontrar alguna que otro joya. Aunque para joyas estaba el Espacio Van Gogh, situado en una plaza interior, en la que habían paradas repletas de primeras ediciones de clásicos de la fotografía a precios astronómicos. Aunque sólo poder tocarlos ya era una delicia.
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En cuanto a los grandes nombres, a destacar, entre otras, exposiciones como la de Willy Ronis, Duane Michals o Boris Mikhailov, que no defraudaron. Tampoco lo hizo la proyección de Nan Goldin de su trabajo La balada de la dependencia sexual, que lograba que salieras de la sala cardíaco, en estado de éxtasis. Aunque no se puede decir lo mismo del otro trabajo que nos presentaba la fotógrafa americana, un reciente multimedia documental proyectado en 3 pantallas que confirmaba que incluso a los mejores les llega su hora. Por otro lado, también hubieron gratas sorpresas como Bohdan Holomicek, un fotógrafo y electricista checo nacido en 1943 que nos dejó impresionados a todos.
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Por la noche, Arles se vestía de gala y le llegaba el turno a las proyecciones. Las de la sección oficial se celebraban en un espectacular anfiteatro romano que rebosaba de público, de ambiente y de color. Y si lo que te apetecía era ver trabajos de jóvenes fotógrafos y disfrutar de unas cervezas, podías asistir a las proyecciones del festival off en la plaza de la Républic. De madrugada, sobre todo durante el fin de semana, también podías disfrutar y bailar en las fiestas que se organizaban en las calles del centro de la ciudad.
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En definitiva, Les Rencontres d'Arles es un festival al que merece la pena asistir. ¡Nos vemos en 2010!
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