22/2/11

“No soy ni un profesor, ni un showman”. Así fue el taller con Gueorgui Pinkhassov

Gueorgui Pinkhassov se presentó así. No tardamos en descubrir que
es como un niño pequeño, incapaz de estar parado, extremadamente curioso y
poseedor de una gran humildad y generosidad.

Su taller, fue una mezcla de reflexiones acerca de la fotografía, la
vida, la armonía y el arte.
Comenzó contando como empezó en la fotografía, con bonitas anécdotas.
Como el episodio de su infancia en el que el director del colegio
entró en su aula preguntando si alguien sabía hacer fotos para que se
fuera a una excursión y la fotografiara. Un compañero
levantó la mano y el director le dijo “sabes hacer fotos, ve con
ellos. Eres libre de irte”. Esto se le quedo grabado a Gueorgui en la
cabeza. Al igual que el paso del blanco y negro a color, que se
produjo por que había olvidado cambiar el carrete después de hacer
unas fotos de boda a color. Casualidades de la
vida que le hacen cambiar de rumbo.

De esta forma, para Pinkhassov la fotografía fue una manera de
liberarse y de poder saciar su curiosidad. Un fotógrafo ha de ser
inquieto, ser curioso, disperso y estar abierto a todo.

“Un fotógrafo tiene que ser un mal alumno, a veces es bueno estar
concentrado para trabajar, pero yo prefiero los que se saben desconcentrar”.

Nos contó también como es de importante tener motivación y energía
para trabajar, es cuando se hacen las mejores fotos, no estando
cansado. Nos contó las cosas que a el le motivaban para hacer sus fotografías: el sol, el amor, los retos
creativos y la armonía.

Cuando estuvo en Tokyo trabajando explicaba como sus compañeros
estaban todo el día fuera haciendo fotos. Él en cambio iba al
gimnasio, se duchaba y salía unas pocas horas a fotografiar, pero
estaba centrado y sabía a donde quería ir para conseguir sus
fotografías. Finalmente, tras varios giros curiosos, esas fotografías
formaron su trabajo Sightwalk.

Pinkhassov siempre apuesta por la casualidad, la intuición y los instintos.
Así como por  desarrollar un sentido visual. Sentir la armonía del
mundo y no pensarla. Hacer fotografías de forma prácticamente
irracional fiarse y dejarse llevar por la casualidad. A la hora de
editar es cuando entrará en juego tu parte racional y
cultural.



“Cualquier foto tendrá éxito cuando esta sea una sorpresa”

Gueorgui nos describió la fotografía como una mezcla de programa + material. El
programa es eso que llevamos nosotros dentro, nuestro software que
tenemos que alimentar. El material son los ladrillos con los que
podemos construir, el mundo en el que nos movemos.

Para él, sus fotografías carecen de fórmulas ya que cuando sabes muy
bien lo que quieres, has caído en una trampa y tienes que empezar de
nuevo. Lo que buscamos suele ser difícil de encontrar, pero es más
difícil saber ser abiertos y saber reaccionar a las sorpresas. No
esperar nada, pero estar siempre preparado.

Durante los cuatro días de taller, también nos habló de Pushkin,
Tarkovski, Kalatozov, Picasso, Brueghel.

En el visionado de portfolios se mostró muy generoso y alentador, pero
sin perder ni una pizca de exigencia.

El último día derivó en una visita al museo Reina Sofía, y terminó
el taller con una clase magistral sentados al sol.

Durante todo el tiempo, estuvimos
viendo a Gueorgui tomar fotografías que humildemente nos enseñaba
para saber cuales nos gustaban. Para él es importante enseñar
las fotografías a muchas personas, con un poco de criterio, para poder
valorar tu trabajo ya que rara vez eres capaz de valorarlo bien en el
momento.

Es sorprendente verle trabajar, lo intenso que puede llegar a ser
tomando fotografías y la cantidad de fotos que toma para llegar a la
foto que busca. Decía que de cada cien fotos, seleccionaba
diez, y de esas diez, publicadas quedan una o ninguna.

Nos contó su manera de trabajar. Ir a un sitio que te interese, por la
luz o por el motivo que sea, y tomar fotografías. Nunca volver a los
sitios en los que has tenido éxito. También muchas veces hace fotos de
cosas que no le interesan, pero por el echo de hacer fotos, de ponerse
a observar surgen cosas en lo que en principio no es
interesante que pueden hacer que eso sea una maravillosa fotografía.

“Conseguí la libertad al hacer fotos cuando perdí el miedo a hacer una
mala foto, fíate de tu intuición”

Nacho Navas.